En junio nuestro tiempo de alcance llegó a su fin y comenzamos a buscar al Señor en cuanto a lo que seguía. Dios había sido tan persistente para que fuéramos a Mazatlán a hacer nuestra EDE en 2013, que asumimos que esas órdenes serían inmediatamente seguidas por una palabra de "vender todo y mudarnos a México" para unirnos al personal de JUCUM. Sin embargo, cuando terminamos nuestros 6 meses de EDE, el Señor nos dijo "Vayan a casa, tengan más hijos y paguen el resto de sus préstamos estudiantiles.”
¿Qué? ¿No son esas dos cosas mutuamente excluyentes? Además, seremos mayores cuando finalmente lleguemos al campo misionero y ¡con más hijos! Pero, al Señor le encanta llevar a Su pueblo en viajes salvajes.