21 cosas que todo misionero debe saber hacer (edición viaje de alcance)

Sabemos que elegir ser misionero es una gran decisión. ¡Significa dejar atrás las comodidades de la vida en casa y aventurarse en el mundo por Cristo!

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Por supuesto, todo el propósito es compartir el evangelio con aquellos que nunca lo han escuchado antes.

Pero, ¿qué pasa con todas las cosas prácticas que entran en los viajes misioneros? ¿Cosas como aprender a adaptarse, bañarse con cubeta, dormir en cualquier lugar y comer cualquier cosa?

Por eso escribimos este blog. Ya sea que estés considerando convertirte en misionero, a punto de hacer tu EDE o si has sido un misionero de tiempo completo durante años, aquí hay una lista de 21 cosas que todos los misioneros deben saber hacer cuando están de viaje de alcance. ¡Disfruta!

1. Adaptarse

La palabra favorita de un misionero es flexibilidad.

La adaptabilidad es clave, especialmente cuando nos enfrentamos a una cultura diferente y una posible barrera del idioma. ¡Las cosas no siempre salen según lo planeado! En un momento crees que estás a punto de tener la oportunidad de predicar el Evangelio, y luego te das cuenta que tu anfitrión está tratando de llevarte a un karaoke.

Tal vez pensaste que ibas a predicar a una iglesia, cuando en realidad te tienen afuera pintando una cerca mientras se lleva a cabo el servicio.

¡No te ofendas! Siga el rollo. Te enfrentarás a lo molesto, lo extraño y lo inesperado, pero entre esos momentos, tendrás momentos increíbles de ministerio.

2. Usar el baño en cualquier lugar

Digamos que puede que no haya un inodoro (o papel higiénico) donde quiera que vayas. ¡Es hora de ser creativo! Y no olvides llevar tu desinfectante de manos en todo momento.

3. Bañarse con cubeta

No todos en el mundo tienen acceso al agua corriente, e incluso en algunos lugares donde sí lo tienen, bañarse con cubeta sigue siendo la norma.

Entonces, cuando llegues a tu próximo lugar de alcance y veas un gran barril de agua en la esquina del baño, sí, así es como te estarás limpiando durante las próximas semanas.

4. Bañarse con toallas húmedas para bebés

En caso de que ni siquiera haya una opción para bañarse con cubeta, las toallas húmedas para bebés son un excelente sustituto. ¡Tienes que mantenerte limpio de alguna manera!

Las toallas húmedas para bebés también son útiles cuando se necesita limpiar superficies sucias, como antes o después de las comidas.

5. Aprender el poder de la observación

Es posible que algunas culturas no digan tanto con palabras, pero sus acciones hablan mucho.

Esto significa que es crucial que pienses en lo que podrías estar comunicando más allá de tus palabras, especialmente si las palabras tienden a ser tu forma principal/cultural de comunicación.

Trata de observar lo que hacen las personas a tu alrededor.

Por ejemplo, ¿el anfitrión que preparó la cena para tu equipo siempre espera hasta que termine de comer antes de comer? ¿La gente de tu país anfitrión siempre se saluda con un beso, mientras que en su país de origen la gente ni siquiera se da la mano? ¡Puedes aprender mucho con solo mirar!

6. Vestirse como un lugareño

Hay pocas formas de sentirse más como un lugareño que vistiendo sus ropas tradicionales. Ya sea un sari indio o un tradicional mexicano huipil (vestido de túnica), vestirse como los lugareños demuestra que estás interesado y respetuoso con su cultura.

¡Incluso podría abrir la puerta para compartir el evangelio con alguien que de otra manera no hablaría con un extranjero de apariencia tan extraña!

7. Utilizar el repelente de insectos adecuado

¿Qué hay en casi todos los rincones del planeta? Eso es, mosquitos. Si bien vestirte con pantalones y mangas largas te ayudará, eso no siempre va a funcionar cuando hace 45°C con un 100% de humedad.

En lugar de repelente de insectos, opta por un repelente de insectos en crema. La crema garantiza más cobertura que los aerosoles y te evitará el comezón de muchas picaduras de insectos.

8. Mantenerse saludable e hidratado

Una botella de agua es un artículo esencial para todos los misioneros. Asegúrese de siempre beber agua purificada, ¡y mucha! Lo último que necesitas es debilitarte y deshidratarte.

Además, trata de comer muchas frutas y verduras siempre que puedas, y seas prudente con los bocadillos que elijas. Empaca mucha vitamina C para estimular tu sistema inmunológico. ¡Vas a necesitar esa energía!

9. Dormir en cualquier lugar

Aprender a dormir en cualquier lugar es una habilidad imprescindible cuando eres un misionero. Recuerde que tus anfitriones probablemente te mostrarán toda la hospitalidad que puedan, pero eso se ve diferente para todos.

Podrías terminar durmiendo en una estera de bambú, en una hamaca, en un avión, en una carpa, en el frío piso de una iglesia y, a veces, lo creas o no, en un hotel de 5 estrellas. Independientemente de dónde te encuentres, ¡estar seguro de poder dormir en cualquier lugar te resultará útil!

10. Instalar una hamaca

Es posible que llegues a un lugar de alcance y sus anfitriones literalmente coloquen tu cama en tus manos: ¡una hamaca! Aquí es donde resulta útil saber cómo colgar correctamente una hamaca.

Es probable que alguien cercano pueda ayudar, pero en caso de que no, ¡asegúrate de escoger los árboles más fuertes!

11. Dormir en una tienda de campaña

¡Salir a acampar! Suena divertido, ¿verdad?

Bueno, para que tu experiencia de “dormir en una tienda de campaña” sea la mejor posible, probablemente deberías empacar una colchoneta de viaje para dormir, en caso de que termine en el piso de una tienda de campaña en algún lugar. Un colchón de aire probablemente sea demasiado grande para llevarlo contigo.

¡Ah, y usar calcetines dentro de la carpa te ayudará a mantener tus pies limpios para que no te ensucies el interior de tu saco de dormir!

12. Lavar tu ropa en cualquier lugar

En un río, en la bañera, en una olla sobre el fuego, ya agarras la idea. Las lavadoras son un artículo de lujo al que pocas personas en el mundo tienen acceso. ¿Quién sabe? Incluso puedes disfrutar de lavar tu ropa a mano.

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13. Encender una fogata

Como misionero, nunca sabes realmente en qué condiciones de vida terminarás. Saber cómo encender una fogata puede ser útil para mantener caliente, purificar el agua (al hervirla) o asar malvaviscos después de un largo día de ministerio.

14. Encender una caldera

Si tienes la suerte de hospedarte en un lugar con agua caliente, ¡genial! Sin embargo, es probable que necesites saber cómo encender la caldera para acceder a esa agua caliente.

Algunas calderas se encienden automáticamente cuando abres el grifo, pero de vez en cuando tendrás que salir a la caldera y encenderla manualmente. No es difícil de aprender, pero definitivamente es una habilidad que querrás aprender al principio de tus aventuras misioneras.

15. Ahorrar agua

Sí, estamos de acuerdo en que ahorrar agua es algo que todo el mundo debería hacer. Pero, ¿qué pasa cuando tienes que ahorrar agua porque si no lo haces, te quedas sin agua? ¡Aprender a cerrar el grifo cuando te cepillas los dientes es un buen inicio!

16. Estar disponible para ayudar… ¡en la cocina!

A todo el mundo le gusta comer, ¿verdad? ¿Qué tal aprender a cocinar el manjar local? ¿O reflejando el servicio de Jesús al ayudar a la persona a preparar la comida?

El trabajo que realiza la gente para acoger a los misioneros está lleno de tanto amor, cuidado y sacrificio, por lo que aprender a ser útil en la cocina podría ser de gran ayuda.

17. Lavar los platos

Cuando te unes a las misiones, aprendes lo común que es no “tener a alguien que lava los platos”, ¡sino realmente “ser ese alguien que lava los platos”! Al igual que los tiempos de preparación de las comidas, los tiempos de limpieza de las comidas son igualmente importantes y una gran oportunidad para servir de forma práctica.

Incluso si tu anfitrión insiste en limpiar, ¡asegúrate de entrar y mostrar amor de una manera práctica!

18. Comer lo que sea

Puede llegar un momento en que tengas que tragar tu comida, sonreírle a tu anfitrión y hablar con entusiasmo de lo delicioso que estaba, incluso cuando no tengas ni idea de lo que acabas de comer.

Las condiciones pueden cambiar rápidamente en el campo misional: un día podrías estar comiendo la mejor comida casera que hayas comido y, al siguiente, estás tratando de terminar tu plato de iguana rostizada.

No importa las circunstancias, debes ser amable. ¿Y quién sabe? Si entras con la mente abierta, la iguana podría terminar siendo tu nueva comida favorita.

19. Cocinar un delicioso arroz

Desde Taiwán y Japón hasta Guatemala y Hawai, el arroz es un alimento universal. Saber cómo hacer el arroz perfecto y esponjoso te permitirá conocer a los lugareños automáticamente. Nunca se sabe en dónde te encontrarás, y el arroz podría ser tu única opción.

20. Descansar bien

No hay duda de que el trabajo misional te mantendrá ocupado. Predicar, enseñar, servir, cocinar, limpiar, adorar, estudiar, planificar, orar, discipular, lo que sea. ¡Junta todas estas cosas y tendrás un horario lleno! Es igualmente importante aprender a descansar.

Descansar no significa necesariamente "no hacer nada" o "evitar el trabajo a toda costa". Pero sí significa encontrar esas cosas en la vida que te ayudan a recuperar tus fuerzas, ayudan a desconectarte del ajetreo de la vida diaria y profundizan en tu relación con Jesús.

Tal vez sea un día en la playa, un brunch dominical con amigos cercanos o una siesta un sábado por la tarde. Sea lo que sea, ¡asegúrate de aprender a cuidarte a ti mismo en medio de cuidar a los que te rodean!

21. Dormir antes de los roncadores

Los misioneros están acostumbrados a renunciar a sus derechos, y uno de esos derechos suele ser tener tu espacio personal. La vida en comunidad significa que estás sujeto a los hábitos de sueño de tus compañeros de cuarto, por lo que descubrirás rápidamente quiénes son los roncadores.

¡Empaca algunos tapones para los oídos y vete a dormir primero antes de que los ronquidos hagan que sea difícil descansar un poco! Además, necesitarás el descanso para tu próximo día de ministerio.

Conclusión

Así que ahí lo tienes: 21 cosas que te ayudarán a prosperar cuando estés en tu viaje de alcance.

Si crees que tienes lo que se necesita para ser un misionero, ¿por qué no inscribirte en una de nuestras Escuelas de Discipulado y Entrenamiento y comenzar tu viaje en las misiones hoy mismo?

Ya sea que seas un misionero a corto o largo plazo, recuerda que siempre es importante tomarte el tiempo para prepararte, reunir el equipo adecuado y ser flexible. ¡Nunca se sabe al próximo lugar en donde Dios podría llamarte ir!

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