¿Qué se necesita para construir esperanza?

Cuando las personas se enteran de Casas de Esperanza y de cómo la construcción de una casa puede brindarle a una familia las herramientas que necesitan para salir de la pobreza, a menudo se preguntan: ¿cómo puedo participar?

No importa dónde vivas o tu situación en la vida, hay una manera en que puedes colaborar con nosotros para llevar esperanza a los vecindarios desfavorecidos de Mazatlán.

A continuación, te mostramos 3 formas en las que puedes participar en Casas de Esperanza y brindar así alivio a una familia necesitada.

¡Regístrate y únete a nosotros!

¿Por qué no vienes y construyes una casa con nosotros aquí en México? Puedes venir a Mazatlán con tus amigos, familiares, compañeros de trabajo, grupo de jóvenes, grupo escolar o incluso con tu club de tejido. ¡No se requiere experiencia en construcción!

No hay nada tan gratificante como poder ver el impacto directo y real de tu contribución. Serás testigo de cómo tu equipo levanta las paredes de una nueva casa en una parcela de tierra que alguna vez estuvo vacía, podrás jugar con los niños que ahora tendrán un lugar seguro para dormir y abrazar a los padres mientras les entregas las llaves de su nuevo hogar.

Nuestro ministerio depende de equipos de personas comunes como tú, que se compromete por tan solo unos días a construir algo que perdurará por los siguientes años venideros.

Para una familia que vive con menos de $1 USD al día, una casa sencilla con piso de concreto y electricidad puede significar la diferencia entre la salud y la enfermedad, seguridad y ruina, educación y adicción.

Nuestro ministerio no se trata de caridad impersonal, sino de construir relaciones a través de culturas, océanos y fronteras. Eso significa que ya sea que vengas para una sola construcción o para toda la temporada de construcción, nuestro corazón es asociarnos CONTIGO.

Necesitamos tanto tu corazón para ayudar, como tus manos para servir. No solo te limites a dar; también queremos que experimentes la aventura de viajar a México y trabajar con estas familias de primera mano y sin duda, ¡ser impactado!

Donar

Aunque nuestra esperanza es que todos vengan en una construcción, si quieres ayudar pero no puedes venir a Mazatlán en este momento, aún puedes ser parte de la misión. Tu, tu familia y tu iglesia o comunidad local pueden recaudar fondos para cubrir el costo de construir una casa.

Puede que no seas tú quién tenga el martillo, pero al patrocinar materiales para una casa estás cambiando para siempre la vida de una familia necesitada. Cuando haces una donación aquí, nuestro personal dentro del ministerio puede formar un equipo y elige una familia para bendecir con sus increíbles dones.

Muchas de las familias que reciben hogares nos cuentan el milagro que ha significado para ellos. Estas familias se habían resignado a dormir en suelos de tierra, temiendo las tormentas dañinas y luchando por crear un espacio habitable con poco o ningún material.

Habían perdido toda esperanza de una vida mejor. Muchos de ellos oraron pidiendo respuestas pero Dios usa a personas como tú y yo para ser la respuesta. Juntos, tenemos el poder de levantar a estas familias del suelo, equiparlas con el conocimiento y las herramientas que necesitan para construir un futuro mejor y restaurar sus identidades.

Oración

Finalmente, no importa en qué parte del mundo te encuentres, te invitamos a unirte a nosotros en oración. Casas de Esperanza puede cubrir principalmente las necesidades físicas, pero nuestro ministerio busca ir más allá y satisfacer las necesidades espirituales de las personas.

En muchos de estos vecindarios, las familias se ven muy afectadas por la violencia y la adicción. Aunque darles un hogar es un paso importante y necesario para encaminarlos hacia la recuperación, no podemos dejarlo así.

Una casa puede eliminar el estrés de la supervivencia y liberar la energía mental y emocional de una familia para que puedan concentrarse mejor en sí mismos y en los demás. Sin embargo, las llamas de la esperanza son frágiles y una sola vela en un área de gran oscuridad todavía está en peligro de apagarse.

Debemos ir continuamente a estos vecindarios con amor, sabiduría y con la cobertura de la oración.

Necesitamos la guía de Dios y su evangelio para que logremos hacer cambios duraderos y sostenibles, rompiendo el ciclo de pobreza y transformando comunidades enteras.

Cuando nos asociamos con una familia para construirles un nuevo hogar, no solo queremos cambiar las condiciones de sus vidas exteriores, sino cambiarlas de adentro hacia afuera y empoderarlas para ayudar a sus propios vecinos y comunidad.

Para que esto sea una realidad, necesitamos familias, iglesias e individuos que nos apoyen. Necesitamos de la participación, el apoyo y la oración.

Nuestra invitación es: ora por nuestro ministerio, nuestro personal, las familias que impactamos y los vecindarios a los que llegamos. Ora con tus amigos, en grupos pequeños, en tu iglesia o por tu cuenta. Parte de mantener viva esa llama es mantenerla viva a través de la oración.

Queremos agradecer personalmente tu ayuda. Gracias por ayudarnos a ser las manos y los pies de Jesús en Mazatlán y más allá.

Casas de Esperanza se creó para cambiar las vidas, las mentes y los corazones de una ciudad y una nación, un hogar a la vez. Solo podemos llevar a cabo esta misión a través de ti.